Asumo lo inexplicable de mis movimientos, la volatilidad de mis
estaciones, mis inaplacables
ansias de libertad, la claustrofobia de mi alma, el tiempo que te tuve
anclada a mis mareas.
Nunca quise hacer de tu corazón, una víctima de mi circunstancia.
No caben promesas de horizontes y reencuentros, lo sé.
Tu fuerza y los motores que te mueven harán su trabajo curándote de mí.
Sé que te espera el Universo, y ten por seguro que muchas voces de aquí
a mis cenizas, seguirán hablándome de ti y agradeciendo tu paso por mi vida,
en la que dejaste muchas maravillas.
en la que dejaste muchas maravillas.
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